Cómo pagar impuestos en España siendo freelance con clientes en el extranjero

España no solo es un destino turístico de primer nivel, también se ha convertido en el lugar elegido por muchos freelancers para establecer su residencia y trabajar de forma remota.

Sin embargo, llevar a cabo todos los trámites administrativos requeridos para cumplir con las obligaciones tributarias del país —IRPF, IVA, clientes intracomunitarios…— puede resultar abrumador.

En esta guía te explicamos de forma clara lo que necesitas saber si trabajas como autónomo en España con clientes internacionales.

¿Debes pagar impuestos en España si tienes clientes extranjeros?

Lo primero que necesitas saber es si estás obligado a declarar tus actividades económicas y, en su caso, pagar impuestos en España por tus ingresos, incluso si provienen de clientes que estén fuera del país.

La clave es determinar dónde está tu residencia fiscal. Para averiguarlo, sólo tendrás que calcular si vas a estar en España al menos 183 días dentro del año natural. Es importante señalar que no es necesario estar empadronado ni tener visado para que estos días se contabilicen.

Además del tiempo que pases viviendo en España, también es importante saber si piensas desarrollar tu actividad económica principal en España o si tienes tu núcleo familiar en el país. De ser así, aunque no estés físicamente en España durante 183 días, el Estado podría considerarte residente fiscal. 

Por otro lado, una vez declarado como residente fiscal en España deberás declarar la renta en España, es decir, todos tus ingresos, sin importar si provienen o no del extranjero. Esto incluye facturas emitidas a clientes internacionales, que no tienen por qué ser españoles o ni siquiera europeos, o cualquier otra fuente de ingresos.

En resumen, la residencia fiscal no depende de dónde están tus clientes, sino del sitio desde el que trabajas. Por eso, aunque factures a una empresa americana o francesa, tus ingresos deberás declararlos en España.

IRPF: el impuesto sobre la renta para autónomos

El primer impuesto que has de tener en cuenta es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que es el que grava todos los ingresos que recibe cualquier persona física en España, incluidos los trabajadores freelance. 

Este impuesto se compone de ingresos brutos —todos los ingresos que recibes por el trabajo que realizas— y gastos deducibles —los gastos necesarios para llevar a cabo tu actividad profesional—. Y el beneficio neto es la diferencia entre tus ingresos brutos y los gastos deducibles.

El IRPF se aplica a ese beneficio neto y no a los ingresos totales. Es un impuesto progresivo, lo que quiere decir que el tipo impositivo aumentará acorde a tu nivel de ingresos: cuanto mayor sean los ingresos mayor porcentaje de retención se aplicará.

Cualquier persona debe declarar su IRPF de forma anual en la declaración de la renta, pero todos los autónomos tendrán, además, que presentar declaraciones trimestrales a través del Modelo 130.

IVA: ¿debo incluirlo si mi cliente está fuera de España?

Además del IRPF, tendrás que cumplimentar los modelos relativos al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), un impuesto que no solo deberás declarar, sino también cobrar. Es decir, es un impuesto que debe pagar el cliente final, pero que recaudas tú como trabajador freelance en España.

A diferencia del IRPF, en este caso la clave está en saber si estás obligado a cobrar y declarar el IVA de las facturas que emitas a tus clientes. Todo dependerá de la nacionalidad de tu cliente, si este forma parte de la Unión Europea, y de si se trata de un particular —en cuyo caso sí deberás aplicarle el IVA— o una empresa registrada con un número fiscal intracomunitario —a la que no se le aplica el IVA—.

Este impuesto se declara trimestral y anualmente con los Modelos 303 y 390, respectivamente.

¿Qué modelos debo presentar como autónomo con clientes internacionales?

En definitiva, si vas a establecerte como trabajador autónomo en España, deberás cumplimentar los siguientes modelos:

Modelo 130 – IRPF trimestral

• ¿Qué es? Es la declaración fraccionada del IRPF y sirve para adelantar el pago del impuesto sobre la renta trimestralmente.
• ¿Quién lo presenta? Todos los autónomos, salvo que más del 70% de sus ingresos lleven retención.
• ¿Cuándo se presenta? Trimestralmente (abril, julio, octubre y enero).

Modelo 303 – Declaración trimestral de IVA

• ¿Qué es? Es la declaración del IVA que has cobrado a tus clientes y/o pagado a tus proveedores.
• ¿Quién lo presenta? Los presentan casi todos los autónomos, incluso si algunas facturas están exentas de IVA, como en el caso de trabajar con clientes extranjeros.
• ¿Cuándo se presenta? Trimestralmente, y debes tener en cuenta que, tanto si facturas a empresas de la UE con inversión del sujeto pasivo —el cliente es responsable de autoliquidar el IVA—, como a clientes fuera de la UE —exentos de IVA—, deberás reflejar esas operaciones en las declaraciones.

Modelo 349 – Operaciones intracomunitarias

• ¿Qué es? Es una declaración informativa de servicios o ventas a empresas en otros países de la UE.
• ¿Quién lo presenta? Los autónomos que facturan a empresas con un número de identificación fiscal intracomunitario (NIF-IVA) en la UE.
• Requisito clave: Estar registrado en el Registro de Operadores Intracomunitarios (ROI) y contar con un NIF-IVA.

Modelo 390 – Resumen anual de IVA

• ¿Qué es? Declaración informativa que resume todo el IVA declarado durante el año.
• ¿Quién lo presenta? Todos los autónomos deben presentar el Modelo 303.
• ¿Cuándo se presenta? Una vez al año, en enero del año siguiente al que se refiere la declaración.

Consejos para evitar sanciones

Llevar al día toda tu contabilidad a la vez que desarrollas tu actividad puede resultar complejo y quitarte demasiado tiempo, con el temor añadido de que te llegue alguna multa o notificación desde la Agencia Tributaria. Por ello, es muy importante tener claro qué hay que que presentar, cómo y cuándo hacerlo. Sin pasar por alto algunas de las declaraciones mencionadas que, aunque meramente informativas, también deben ser presentadas.  

Cómo evitar la doble imposición al facturar al extranjero

Cuando trabajas con clientes internacionales, es habitual que acabes preguntándote si estarás pagando más impuestos de la cuenta debido a la posibilidad de que haya varios países involucrados en la facturación de un trabajo en concreto. Por suerte, España tiene convenios con decenas de países para evitar el pago duplicado de los impuestos.

La clave es disponer del certificado de residencia fiscal y asegurarte de que no estás pagando impuestos en el país del cliente. No obstante, en estos casos, siempre es recomendable consultar con un asesor especializado para hacerlo bien desde el principio y evitar posibles sanciones.

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